domingo, octubre 29, 2006

El rostro de la mentira


by Octavio de Jesús Mirabal Lora


La expresión lejana y distante como el viento sin rumbo,
sin rastros de esperanza en la mirada que dista al sur.
Pútrida figura que evanesce al destino del ocaso,
de una inocencia ficticia que parte de occidente

y se fracciona en trazos sin sentido.

Distracción que se enfurece y se retrae en vientres ajenos,
como si se tratase de amanecer desnudo en plazas pétreas.
Efímero es el rostro de la mentira, frío, despiadado, alienado,
lleno de cicatrices y mal formados balbuceos que no salen a flote.
Recuerdos de la simulada pereza de esas palabras
y su acción.
                                             
Tan extraño es el rostro de la mentira, emulado y misterioso,
que para no caer en fauces hambrientas se prostituye,
y se da al mejor postor sin tener que pensarlo.

Lleno de tristes metas sin consumarse que le fruncen el ceño
y no le permiten embaucar a otro ente que espera ansioso
su destino sin sentido que acaba de empezar.



martes, octubre 17, 2006

COMO PUÑAL A TU CORAZÓN

By Octavio de Jesús Mirabal Lora

He recorrido esta distancia para verte,
para contarte esto que llevo personalmente en mi interior. 
Decirte con mis propias palabras lo que eres para mí.

No sé si ya habrás notado la insistencia de este cuerpo de permanecer en tu regazo, 
ser en tu vida más que una simple poesía,
establecerme en tu sangre como un nutriente 
que se arrastra hasta tu corazón y es parte de tus tejidos.

Este amor que me atañe, que provoca que te hable, 
que haga que de mí una parte se pierda
Este sentimiento que perturba mi pensamiento, 
que no me deja que sea yo el que comande mi cuerpo, 
sino que haya un móvil que se apodere de mis piernas 
y que me guíe hacia donde quieras.

Hablándote quizás más sencillo, has transformado mi vida, 
has sido en mí la experiencia celestial que me faltaba. 
Una bendición, una sonrisa que despierta mi alma, 
una caricia que entorpece mi vista y nubla mi conocimiento.

Sabes bien que no miento, solo intento expresarte lo que siento. 
Un rejuego de varias palabras que no llegan a descifrar lo que crece en mis adentros.
Ahora yo intento llegar como puñal a tu corazón, herirte de este amor y que sepas que este CORAZÓN ES TUYO Y DE NADIE MAS.


Tu mirada

viernes, octubre 13, 2006

jueves, octubre 12, 2006

viernes, septiembre 15, 2006

Un día normal

By Octavio de Jesús Mirabal Lora

Un día normal como cualquier otro
extraño o lleno de turbios recuerdos,
entradas, salidas remotas, distantes momentos
del sombrío sentir de un cerebro que se disuelve.

Mereces quizás una explicación, 
¿Debo yo hacerlo? 
Tal vez se me gaste la saliva,
se retraiga la mirada turbia e indiferente
que denotas en tu andar.

No compartes ni con tus pensamientos
la ridícula brisa de una palabra.
Descifrarte un misterio, materializarte, 
peor que el destierro.

No me paso las horas sonrojándome 
al llenarme en tu rencor
en el latente tacto que se congela con solo sentir tu presencia.

La antigua caricia, la suavidad perdida de tu voz,
el oscuro instante en que desapareciste, ya lo estéril no retoña, 
no puedo encarnar al alba tus caprichos, 
menguar en el tosco recuerdo que me encerraste
 y distanciar este corazón que aun no cesa de latir.

Yo sigo, aquí estoy como el sol,
 amanezco envuelto entre mis lapsos,
regreso, me detengo, me levanto a mi antojo,
no muero, mas te pienso.
Si acaso transformo o convierto el aire en patente soledad
que se enmascara en lo minúsculo de este día.