viernes, septiembre 26, 2008

Mi rendición

By Octavio de Js. Mirabal Lora

Cuando un sentimiento se despilfarra no hay pócima que lo haga renacer.
Buscas, analizas, tratas, pero al final ves que nada es como solía ser.
Sólo queda ser uno mas, alguien más de un montón no deseado de desechos no paridos.

Es tan simple como el suspiro de un infante que no es complacido en su capricho,
o como un entierro que salta del entendimiento de la gente.
Detención sin desvelo, camino cerrado que no tiene arreglo.

Grietas, sombras, oscuridad, impase degollado, murmullo público, asesinato planeado.
Mira, detente, respira, ¿Crees que puedas? ¿Te disfrazas o te escondes en superfluas masas?
Rendición no es dejar este amor, mas bien es dar paso al amor que ya floreció.
No es un encuentro o búsqueda vacía por le ya acabo, es una reafirmación de que aun lo hago.

Me quito el sombrero ante ti, ante esto que ya ni encuentro como suplir,
delante a un corazón que ha parado de latir, luchando con fantasmas que no debo redimir.
Bailas, destrozas, añoro, multo, apaciguo, esbozo, trato, trato.
No desmenuces este lamento, aunque pienso que es inicuo como viento en el desierto.

Sueños forzados por la insistente zozobra de este ruego, no así, amor, no así.
¿Desvistes este corazón? No lo creas, has abrigado al que ya no era.
Mal paso, mis pies se cansan, disfruté tu piel en mi andanza, no me rindo, yo si no,
Habla, dialoga, suelta todo, que ya es hoy.