Cual sombra en penumbras que osa y ansía tus besos o la tierra reseca esperando la gota del rocío, así mi corazón te espera.
Sólo soy el bosquejo de un beso que parte del triste recuerdo de lo vivido y lo dulce o amargo de la sobriedad que me insta esta soledad, si no te siento a mi lado.
Eso puedo ser, eso soy, pero mas bien quisiera ser. No imploro justicia, no pido un milagro, no quiero ser más un ente estacionario.
Anhelo de ti hasta el desprecio de tu ausencia, lo frío de tu adiós, lo inmisericorde de tu desatino.
Saber que al final será como inició, un ósculo fugaz, un abrazo efímero, cual vida estrecha y fugaz, como si de un insecto se tratase.
El viento se apodera de tus sentidos y como veleta ramera haces el declive que con certeza espera mi alma y al mismo tiempo la aniquilas, con la simple devastadora realidad que a mis ojos delatas.
