¿QUÉ PUEDO HACER?

By Octavio de Js. Mirabal Lora

Detente un minúsculo segundo,
sí, solo un instante, escucha,
mi cerebro se reboza de frases para ti,
mi corazón no encuentra lugar en su lecho,
mis manos impacientes quieren aprisionarte.

Mis ojos se entristecen al no observarte,
mi tacto languidece al no percibirte.
Todo lo que llevo, lo más íntimo,
lo insignificante, lo que no puedo describir,
lo que diviso y me nace de adentro.

¿Qué puedo hacer?
¿Esperar, sentarme, musitar en mis adentros,
descifrar esto que me envuelve, que me atasca,
que me desgarra por dentro?
Que se enfrasca en lo profundo de mis huesos.

Lo que llamo yo un segundo sin recordarte,
una ocasión sin palparte.
la circunstancia que me agita,
que altera mis latidos,
que obstruye el fluir de la sangre por todo mi cuerpo;
tu ausencia, sí, sólo eso.

¿Qué puedo hacer?
¿Esperar, sentarme, musitar en mis adentros,
descifrar esto que me envuelve, que me atasca,
que me desgarra por dentro?
Que se enfrasca en lo profundo de mis huesos.

¡Que delicia tus labios! ¡Qué dicha el probarlos!
Que dulce proceder de tu mirada tierna,
que reposo son tus manos cuando las tengo cerca.
Que suave es tu toque porque nada de esto es sueño:
Ya que canta y no calla, y aumenta cada día.

¿Qué puedo hacer?
Una intuición retoña de mí,
un percibir, una manifestación real,
un constante y enfatizado éxtasis,
un júbilo que se regocija, que se exalta,
que quiere seguirte donde quiera que vayas.