by octavio de Js. Mirabal Lora
He recorrido esta distancia para verte,
para contarte esto que llevo personalmente en mi interior.
Decirte con mis propias palabras lo que eres para mí.
No se si ya habrás notado la insistencia
de este cuerpo de permanecer en tu regazo,
ser en tu vida más que una simple poesía,
establecerme en tu sangre como un nutriente
que se arrastra hasta tu corazón y es parte de tus tejidos.
Este amor que me atañe, que provoca que te hable,
que haga que de mi se pierda una parte.
Este sentimiento que perturba mi pensamiento,
que no me deja que sea yo el que comande mi cuerpo,
si no que haya un móvil que se apodere de mis piernas
y que me guíe hacia donde quieras.
Hablándote quizás más sencillo, has transformado mi vida,
has sido en mí la experiencia celestial que me faltaba.
Una bendición, una sonrisa que despierta mi alma,
una caricia que entorpece mi vista y nubla mi conocimiento.
Sabes bien que no miento, solo intento expresarte lo que siento.
Un rejuego de varias palabras que no llegan a descifrar lo que crece en mis adentros.
Ahora yo intento llegar como puñal a tu corazón,
herirte de este amor y que sepas que este corazón es tuyo y de nadie más.
Dichosa sea la mujer que es duena de ese corazon!
ResponderEliminarMUY DICHOSA LA MUJER QUE PUDO CAUTIVAR, ESTREMECER, ENTENDER Y QUERER TU CORAZON, POR QUE HAY OTRO CORAZON QUE LATE POR EL TUYO Y QUISIERA TENERLO CERCA!
ResponderEliminar