Cuando te vi

by Octavio de Js. Mirabal Lora

El día en que te vi, todo en mi cambió. 
Mi vida y lo que fui, en mí se estremeció, 
y en verdad, no sé, me cautivó.

Tus manos, tu voz, tu sonrisa, todo lo que hay en ti, 
me envolvieron en tu encanto 
y sin darme cuenta, estaba atrapado.

Al abrir los ojos a la aurora, siempre estás presente, 
y el solo hecho de que estés en mi mente, 
hace que mi cuerpo, de gran alegría se inunde.

Cada mañana despierto en tu sonrisa, 
sintiéndote cerca de mí, impregnándome de tu esencia, 
sin nada que se asemeje o se parezca.

Nada que se asemeje o se parezca, 
a lo que vivo, a lo que siento, 
a lo que anhelo, a lo que despiertas en mí, 
a todo lo demás de lo real e imaginario.

Un día a la vez no es suficiente, 
y una vez al día no es diferente. 
Hacen falta tantas y tantas horas, 
que me perdería sin más salida.

Puedo muy difícilmente explicar estos sentimientos. 
Que sin ellos pierdo de mi vida una parte, 
por eso es cierto que te llevo conmigo.

Cuando te vi, una llama candente en mi surgió, 
y mi corazón se sobresaltó. 
Gracias a Dios apareciste, para ser lo que siempre quise.

De nuevo comienzo a ver, 
y es en mis ojos que vuelves a ser, 
la razón verdadera de mi querer.